13 mayo 2022, Alberto Perez Cedillo
Reforma en la ley de Divorcio en Inglaterra y Gales. El fin del «blame game»
El pasado 6 de abril en Inglaterra entró en vigor el mayor cambio de las últimas décadas en relación con las leyes que regulan el divorcio.
Después de años de campaña de los abogados de familia, se pone fin a la necesidad de que las parejas que se separan tengan que dar razones y culpar a una de las partes para poder divorciarse. Hasta ahora, en Inglaterra y Gales, cualquier persona que quisiera divorciarse rápidamente tenía que acusar a su pareja en una petición de divorcio, de abandono, adulterio o comportamiento irrazonable. Si no, tenían que pasar dos años separados, si ambos estaban de acuerdo, o cinco, si uno de la pareja se oponía al divorcio.
Uno de los argumentos a favor de este cambio es que al eliminar el tener que incluir motivos en la petición de divorcio, como que tu expareja se ha comportado de manera irrazonable (dando ejemplos), ayudará a más personas a reconstruir sus vidas sin animosidad y proteger a los menores. La mayoría de los expertos en derecho de familia han confirmado que el sistema ahora derogado aumentaba los problemas de una pareja que se separa, lo que les dificulta ponerse de acuerdo sobre las finanzas, los bienes y el futuro de sus hijos, además de obligar a parejas a continuar en matrimonios rotos e incluso abusivos.
Con el nuevo sistema, uno de los cónyuges, o los dos actuando juntos, pueden solicitar el divorcio, sin tener que dar razón ni repartir culpas, una declaración de que su matrimonio ha terminado será, en la mayoría de los casos, toda la prueba que necesita el tribunal. La misma regla se aplicará a la disolución de las uniones civiles.