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27 marzo 2018, Alberto Perez Cedillo

¿Cuándo deben aportarse las pruebas obtenidas a través de servicios de vigilancia?

En los dos últimos años, la jurisprudencia inglesa se ha enriquecido con varias sentencias que tratan la adminisibilidad de pruebas obtenidas por los demandados a través de servicios de vigilancia. Estos precedentes destacan como factor clave el momento en el que el demandado debería haber contratado dichos servicios, es decir, si actuó de manera diligente para obtener esta evidencia y para incluirla en el procedimiento. En otras palabras, cuanto más tarde se obtuviera y presentara, más posibilidades hay de que el tribunal deniegue su inclusión por la conducta culposa del demandado.

En el caso Watson v MOD [2016] EWHC 3163 (QB), la demandante argumentó que las pruebas de vigilancia aportadas no tenían valor probatorio, y se quejó de haber sido víctinma de una emboscada, además de defender que dicha evidencia (que buscaba acreditar que la demandante estaba exagerando el dolor causado por las lesiones, y la limitación que este dolor le provocaba en su vida diaria) debía haber sido obtenida por el demandado después de haber leído el informe pericial presentado de parte de la demandante, en lugar de esperar hasta después de presentar el informe pericial presentado de parte del demandado, como ocurrió.

No obstante, el juez concluyó que este argumento era incorrecto ya que el demandado tenía derecho a obtener y aportar su informe médico pericial antes de decidir si debía obtener otro tipo de pruebas. Además estableció que, en casos en que vídeos obtenidos mediante vigilancia pueden potencialmente reducir de manera notable la cuantía de la demanda, permitir la aportación de esta prueba va en interés de la justicia, salvo en casos de evidente emboscada estratégica o cuando la prueba solo se aporta cuando el juicio está muy cercano de manera intencionada.